Esta variedad de tomate con denominación de origen proviene de una pequeña localidad italiana que lleva su nombre y está situada cerca de Nápoles. De ahí que se tienda a asociar con la pizza napolitana. Se caracteriza por su color rojo intenso y sobre todo por su forma ligeramente alargada.
La piel de los tomates San Marzano es muy fina pero desde luego, la clave de su éxito reside en su sabor dulce y potente, lo que le convierten en el rey de las salsas italianas. Su calidad excepcional se suele atribuir a las condiciones en las que se cultiva.